IGLESIA DE SAN ANTONIO DE PADUA – SACRARIO MILITARE ITALIANO
El Santuario Capuchino de San Antonio de Padua fue declarado Bien de Interés Cultural e inaugurado en 1945, y tanto la Iglesia como el Mausoleo son propiedad del Gobierno de Italia. Este conjunto monumental fue promovido por Fray Pietro de Varzi, con el fin de acoger los restos mortales de los 4.185 italianos caídos en la Guerra Civil Española, de los que reposan 2.889 de ambos bandos. El altar está presidido por una tierna imagen de San Antonio con el niño, esculpida en madera de ciprés por el escultor valenciano Juan Bautista Porcar. La iglesia se encuentra decorada por numerosas pinturas de inspiración franciscana, realizadas por Manuel Navarro López y Leopoldo Navarro Orés.
El convento funcionó como seminario de Filosofía, Teología y Ciencias entre 1948 y 1972, existiendo un coro de novicios de cierta notoriedad, dirigido por Fray Paulino de Lezáun, y existiendo también un coro constituido por la propia feligresía. Por otro lado, en respuesta a las dificultades socioeconómicas del colindante barrio de Torrero, se creó una Escolanía para acoger a los niños de familias sin recursos, con una nada desdeñable trayectoria de casi 80 años, hasta su disolución en 2020. Merece mención la larga tradición musical de los capuchinos, encabezada por el Padre Donostia, acogiendo a músicos tan destacables como Tomás de Elduayen, Saturnino de Legarda, Hilario Olazarán de Estella, Ángel de Arruazu, Lorenzo Ondarra y José Luis Ansorena.
La fraternidad capuchina de San Antonio siempre ha cultivado y promovido la música, desde sus primeras andaduras hasta la actualidad, hecho patente en el recién restaurado órgano Dourte o su armonio Alexandre. Así, este Santuario constituye un marco musical del pueblo y para el pueblo, siempre inspirado por la célebre frase de su responsorio a San Antonio de Padua: “Si buscas milagros, mira”.